CANTO DOS

Yo soy el conciliador que apacigua las desgracias. 

Soy la espada del ángel que asciende por tu espalda. 

Soy el cerebro de un gato en perpetuo REM. 

Yo soy el que siente el desgarro de la marcha de un amigo como el desgarro en la propia piel. 

Yo soy el que cae rendido ante la evidencia de la poesía. 

Yo soy el humilde con ego indestructible -mente dañado-. 

Yo soy quien entona, de urgencia, las almas. 

Yo soy el que se busca acompañado. 

Soy la marea de lo irrealizado. 

Yo soy quien nació de madre atea, creció en la ciudad profana, hibernó en el útero interno, despertó drogado del largo letargo y siguió, a voluntad, creciendo del amor y la libertad. 

Quien comenzó en la polis y terminará en el campo, siendo polvo entre el pasto. 

Soy quien vapuleó a sus compañeros de colegio y años después se arrastró para ser perdonado. 

Soy quien encierra la luz por el ardor de su brillo. 

Soy quien duerme los sueños para no sufrirlos. 

Soy quien escucha y cuando habla es ignorado. 

Soy quien gime cuando da y cuando es dado. 

Soy la rabia del santo. 

Soy arsenicum album. 

Soy estrella entonada amarilla. 

Soy escorpión sin aguijón. 

Soy 9 en numerología, 5 en el Eneagrama y uno parte de Dios. 

Soy el desesperado por conectar con la naturaleza, soy el que tiembla ante la posibilidad de una sorpresa. 

Soy el que transporta un muerto a la espalda.  

Soy el que cae en picado por la montaña y vuelve a remontarla. 

Soy el revolucionario sin compromiso con la revolución. 

Soy el que se inventó la teoría de la estética militante. 

Soy el que escribió a los amigos un manifiesto delirante. 

Soy quien disfruta en el sexo de lo pasivo y de la acción. 

Soy quien lo vio todo y a decir nada se atrevió. 

Soy la voz entre rebuznos. 

Soy el cambio con la muerte. 

Soy la metamorfosis del idiota. 

Soy la crisis de la conciencia. 

Soy un niño jugando a la pelota. 

Soy la tirita que quita, el dolor de tus botas. 

Soy 15 vidas mayor de lo que soy. 

Soy el espíritu encarnado de una fértil cubana. 

Soy el rastro de migas hasta tu cama. 

Soy el condenado a comer ensalada. 

Soy idólatra de la menstruación.

Soy el que aborrece el bombón con licor. 

Soy el mudo entre amigos, el que en la confianza se perdió. 

Soy quien aprenderá de sus pecados. 

Soy pragmático, mejor pájaro en mano. 

Soy el que desmembra los pétalos.