29.8.11

Todo transmuta

Y carros de combate recorrieron las fosas nasales de cientos
de intrépidos
prisioneros
de la coca.

En 18 años, la ciudad, nunca había visto una luna tan pura,
y parafraseando a las ánimas gritamos,
¡es el fin del mundo!
Y la crísis global genital.

Y en las calles, alumbradas por la Catalina de los evangelios,
cientos de miles de obesos bebes tamborileros tomáronlas
gritando: ¡liberté!

Y los ancianos, portadores de raíces que alcanzaban el subsuelo
se miraban a los ojos
catarosos
preguntándose
quiénes eran los osados que la volvían a invocar.

Y en los mismos hospitales,
donde de niños nacieron,
aguardaban desnudos
infinitos ciempiés atempo,
la epifanía de un diagnóstico redentor.

Y los informativos emitieron un tráveling completo
de las lenguas de fuego y cieno
que consumian la civitas

Y los 10 pétalos del loto de Buda
cayeron a la espesura
de la jungla patriarcal,
reproduciendo en su descenso
la sinfonía del juicio final

Y las farolas se apagaron
y los jilgueros cantaron
el recorrido hasta Alá.
Y todas las consecuencias
de un ánimo deshojado
acunaron
los despojos
de la sociedad

Y el mar elevó su ancla
y se recogió hasta su punto inicial,
donde convergen los elementos
la luz, la tierra, el agua y la suciedad

Y los llantos caducaron
y las risas se tornaron mudas
y la expectación creció
en la acrópolis
bajo la ciudad.


II

Y a miles de seres antes,
perteneció el agua que bebemos
Y el petróleo es producto de los restos.
Y fuimos, somos y seremos pasto
Y la tierra es un sistema cerrado.


III

Donde cientos de caras lampidas rien a carcajadas
Donde el éxtasis se alcanza en nocturnas cruzadas en las barras.

Donde lo futil se volvió la regla.
Donde toda una vida no es más que una larga espera.
Donde el reloj marca siempre las 15:30
y la marca de los contemporáneos es una sempiterna siesta

Allí nadie proclama ¡Dios a muerto!
Pues es aquí donde Dios es impreso,
con desteñidos colores tricomía
trinidad del dinero.

Y mientras fabulamos cuál fue el mejor cuento de nuestra libertad
ordas otomanas la redescubren con seriedad

Y la nueva gnosis occidental elucubra
colocada
el próximo psicocatalizador social.

----There is not a place to save
There is not a land to stay
There is just a rain insane
There is a pain burning in ours brains----

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial poesía con cientos de imágenes que recorren mi mente .Un beso