21.3.08

Sigmund yo lo vivió antes.


El miedo a la muerte que surge en la melancolía se explica únicamente suponiendo que el yo se abandona a sí mismo, porque, en lugar de ser amado por el super-yo se siente perseguido y odiado por él. Vivir equivale para el yo a ser amado por el super-yo, que aparece aquí también como representante del ello. El super-yo ejerce la misma función protectora y salvadora que antes el padre y luego la Providencia o el Destino. Esta misma conclusión es deducida por el yo cuando se ve amenazado por un grave peligro, del que no cree poder salvarse con sus propios medios. Se ve abandonado por todos los poderes protectores y se deja morir. Trátase de la misma situación que constituyó la base del primer gran estado de angustia del nacimiento y de la angustia infantil; esto es, de aquella situación en la que el individuo queda separado de su madre y pierde su protección.

6 comentarios:

Colectivo Laika dijo...

Ilustración a cargo de Isidro Suárez para el álbum Lucas 15 (Lloria Discos).

Ezequiel Seagull dijo...

Gracias por la información, tuve que copiar la pantalla entera de su myspace para tener ese ridículo ejemplo.

Colectivo Laika dijo...

A ver si me pillo la edición de lujo del disco y te la escaneo. La ilustración, eh? jeje

vaderetrocordero dijo...

Siento hacer el chiste malo, pero... parece una definición del término "paja mental"!

Un abrazo

Javier Bayon dijo...

Genio de la Generación del 87, dominaremos el mundo con nuestras palabras, repartiremos los placeres que la gente desee y nos pida, seremos esos dioses que mueren en papel y derraman tinta.

Anónimo dijo...

nunca he entendido a sigmund......
y el caso es que me precio de conocer a la gente de apreciar las causas que conducen a sus actos, pero no veo en ellas nada de lo que el veia con su obtusa mente ya fuera brillante o perturvada, al fin y al cabo no hay tanta diferencia