11.5.07

Tan simple como eso


El traqueteo del reloj se escucha austero en la cocina,
como un goteo eterno que recuerda que el tiempo avanza,
siempre pasa, nos convierte en restos, deteriora nuestra masa,
70 por ciento agua.

En soledad los sentidos parecen ampliarse, es como estar de ácido sin estarlo.
Sensación que en momentos puntuales de descoloque bioquímico me acompaña desde temprana edad, en los que aveces, en sus puntos álgidos se materializa como gritos íntimos de voces andróginas que vocalizan mi nombre en tono desafiante, crítico, sarcástico, satirico.
Aprendí a convivir con ellos, ignorarlos, a combatirlos.
Máquina orgánica, compleja, desequilibrada, estudiada.

La vida de otro termina y las fracciones de muerte se engullen por la boca,
atraviesan la laringe, por movimientos peristálticos descienden por el esófago que da paso al cardias, y él al estómago, que descompone con jugos gástricos.
El piloro se dilata y lo atraviesa hasta el duodeno, hígado y páncreas vierten sus jugos vistiéndolos con enaguas, íleon, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, recto, ano, esfinteres.

La mierda no se crea ni se destruye, se transforma, residuos energéticos manufacturados, putrefactos.
Engranaje celular que se desarrolla, crece y degrada.
Tuberías viscerales de finales anales.
Es tan simple como eso, o debería serlo, allá el que no quiera creerlo.
Meiosis en las gónadas, testículos cargados de planos flagelados, óvulos estáticos a la espera de un enamorado.
¡Los árboles evolutivos no mienten!
¡Si existe un dios que venga y se muestre!
Hipocresía medieval en el siglo veintiuno, hiriente.
La consecuencia creó la consciencia, que creó ese ente, inherente, inmanente, en nuestras mentes, para crédulos fervientes.

Mientras, el ateo sufre con gracia su desgracia.
Saberse finito, como un chorro de agua que aparece y desaparece cuando se cierra el grifo.

No hay chacras ni shivas, new age engañada.
No hay profetas ni alas, Corán confundido.
No hay mártires ni cristos, Biblia desgastada.
No hay nirvanas ni budas, ofrendas intrascendentes.
No hay rabinos ni Moisés, Torah caníbal.
No hay Osiris, no hay Zeus, no hay Ometeotl ni dioses pluviales primitivos.
Sólo ciclos y ciclos y ciclos que se dieron paso en la física explosiva del caos.
Y en medio de todo esto se encuentra el ser humano, mínimo e irrisorio, tan impotente que el miedo nos hizo creyentes.
Y el poeta cree que crea, pero ya todo está hecho.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo ya una copa de más, aquí en La Sed Mortal, cuando entra Dodó. Y yo no me muevo de aquí, y aun así habré de llegar a la conclusión de que no hay un ser más culpable que yo -ni lo habrá- sobre la tierra. Y empiezo a pedir así:
Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir;
por mi mala cabeza;
porque mi calavera, ella, no dejará de reír;
por las lunas nuevas;
por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mí;
por seis años de penas
y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir;
perdón por mis pies siempre fríos;
por la noche pasada, y por la otra, y por aquella también;
perdón por el Gran Sinsentido;
por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender...
Perdón.

Y Dodó me observa, y yo le oigo rezar así:
-Perdón por existir-.

Y amablemente invito a un güisqui a Dodó, y él me cuenta que incluso los perros se ponen tristes después de eyacular. Después, salimos agarrados de La Sed Mortal, y es entonces cuando puedo jurar que no hay un ser más culpable que yo -ni lo habrá- sobre la tierra. Y
por dos mil años de cristiandad;
por tener la osadía de alimentarme y de respirar;
por los superdotados;
por el hombre tripudo y por la liberación sexual;
por el circo italiano;
por el viejo que agita una servilleta al hablar
y me jura y perjura que en ella
ha resuelto el misterio de la Santísima Trinidad;
perdón por la gente moderna;
porque corro el peligro de mirarme y perder la razón;
¡perdón, por el amor de Dios!;
por la gran decadencia de una vida pidiendo perdón;
perdón por los cuatro elementos;
por la tierra y el agua y el fuego y la polución;
perdón por todos mis lamentos;
por Dodó y, en fin, os pido por esta canción...
Perdón.

Y os miro a los labios, y a todos oigo pedir
perdón por existir.

Ezequiel Seagull dijo...

Incluso Dios tiene de que avergonzarse, él más que nadie.
El interrogante está,
en qué mortal lo asumirá.

Anónimo dijo...

como podria dios avergonzarse si dios no es consciente o acaso crees que la energia, el origen, la existencia unica, primera, primitiva y total del universo esta sujeta a ese tipo de limitaciones....
no, si dios existe no piensa y si no piensa no puede existir para si mismo como las piedras solo existen para quien las percive.
Pero dios no se percive; se razona, se intuye o se afirma sin razon alguna porque nosotros somos seres extraños y damos existencia a un dios para que nos doblegue y nos govierne cuando podiamos haber sido los amos del universo
Dios existe, el hombre asi lo quiere.....

Ezequiel Seagull dijo...

Entoces es nuestra especie la que se debe avergonzar doblemente, por crear a dios y por echarle las culpas.

Anónimo dijo...

la culpa es si duda alguna una de las caracteristicas primordiales de la raza humana pero sobre esta cuestion se podrian escribir muchos libros, de hecho se han escrito ya

Señor Hojaldre dijo...

¡El Señor Hojaldre quiere ser alcalde!

Lean mi programa electoral en http://hojaldrequiereseralcalde.blogspot.com y vótenme!

Anónimo dijo...

voy al FIB....